IMPORTANCIA DE LA AGROBIODIVERSIDAD

Estudios Nacionales

Autora: Coordinadora de Estudios Nacionales Carolina Tassano

INTRODUCCIÓN

La agrobiodiversidad es una solución para muchos problemas asociados a la agricultura intensiva de las últimas décadas. Es de importancia para la alimentación, la agricultura, el desarrollo sostenible y servicios ecosistémicos (FAO, 2004; FAO, 2019). La diversidad de plantas y animales que se encuentran adaptados a condiciones locales aseguran la supervivencia de las comunidades locales frente a cambios de condiciones climáticas, plagas y enfermedades. Además las comunidades y productores toman un papel muy importante, tanto en la conservación de la diversidad genética como también en el aporte de sus conocimientos tradicionales (Gazzano, 2015; Jarvis et al, 2015; Rodríguez y Meza, 2016).

La agrobiodiversidad merece reconocimiento y estudio por parte de la comunidad científica, como también el apoyo político, para fomentar y valorar la misma (Kahane et al, 2013; Rodríguez y Meza, 2016). Debemos adoptar sistemas agrícolas que contribuyan a la agrobiodiversidad, con menor impacto ambiental, los cuales exploten menos los recursos naturales, tengan menor impacto de contaminación y degradación de los ecosistemas, y brinden seguridad alimentaria local (Kahane et al 2013).

OBJETIVO

En este informe se propone analizar qué es la agrobiodiversidad y su importancia, como también los impactos que implica la pérdida de la misma.

REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA

¿QUÉ ES LA AGROBIODIVERSIDAD?

La agrobiodiversidad o biodiversidad agrícola es un subconjunto de la biodiversidad. Es la variabilidad de animales, plantas y microorganismos, a nivel genético, de especies y agroecosistemas. Es el resultado de la interacción entre el medio ambiente, los recursos genéticos y el manejo de sistemas y prácticas por las comunidades locales (FAO, 2004).

¿POR QUÉ CONSERVAR LA AGROBIODIVERSIDAD?

La biodiversidad es de importancia para la alimentación, la agricultura, el desarrollo sostenible y servicios ecosistémicos (FAO, 2004; FAO, 2019). La diversidad de plantas y animales adaptados a las condiciones locales aseguran la supervivencia de los agricultores frente a cambios de condiciones climáticas, plagas y enfermedades, además muchas veces juegan un rol importante en su cultura. La agrobiodiversidad es un producto de intervención humana iniciada aproximadamente hace 12.000 años luego de la última glaciación, aunque también los seres humanos hemos co-evolucionado con los cultivos. Tanto la agricultura, la domesticación, como la diversificación también están estrechamente relacionadas con el cambio climático. Rodríguez y Meza (2016) plantean a la agrobiodiversidad como la base de adaptación de la agricultura al cambio climático.
El paradigma de la biodiversidad es una solución para muchos problemas asociados a la agricultura intensiva de las últimas décadas basados en la simplificación de los sistemas productivos. Los sistemas basados en la agrobiodiversidad hace que sean más resilientes a perturbaciones, limita los efectos negativos en el ambiente, optimiza la productividad por unidad de utilización de recursos naturales, respalda la seguridad alimentaria y mejora los medios de vida (Jackson et al 2007; Renna 2015; Iermanó, 2015; Rodríguez y Meza, 2016; FAO, 2019).

Las comunidades y productores juegan un papel muy importante, en la conservación de la diversidad genética como también en el aporte de sus conocimientos tradicionales sobre el manejo de la agrobiodiversidad, por su estrecho vínculo e interacción, les permite afrontar las amenazas locales y aumentar su resiliencia, logrando mayor adaptación (Gazzano, 2015; Jarvis et al, 2015; Rodríguez y Meza, 2016).

Además la agrobiodiversidad contribuye a la prestación de servicios ecosistémicos, la cual se ve disminuida y amenazada, en parte por los problemas del sistema actual de producción de alimentos. Aunque los esfuerzos de conservación están aumentando, son pocos los programas de conservación in situ, centrados en la biodiversidad, evolución y sus funciones ecosistémicas (FAO, 2019).

¿CUALES SON LOS IMPACTOS DE LA PÉRDIDA DE LA AGROBIODIVERSIDAD?

La importancia tanto de las razas tradicionales de ganado como de las variedades de plantas cultivadas lo tienen en su diversidad y el potencial de la misma a la adaptación al cambio climático. Razas y cultivares modernos tienen menor diversidad genética, debido a su alto grado de uniformidad genética, desarrollados para un medio ambiente específico, en conjunto muchas veces con un paquete tecnológico (fertilizantes, herbicidas, etc). En comparación a las variedades locales, producto de la selección realizada por los productores locales durante largos periodos de tiempo, que se adaptaron a condiciones locales en las cuales se desarrollaron, por lo cual mantienen muy buenos rendimientos bajo condiciones adversas. Además las mismas están más adaptadas a necesidades socioculturales locales tradicionales (FAO, 2018).

Cuando se reemplazan variedades locales por una sola variedad moderna, habrá probablemente una pérdida significativa de la biodiversidad existente, como también una pérdida en conocimientos y tradiciones asociadas a los mismos que son parte de la agrobiodiversidad. Las comunidades locales juegan un papel importante no solo en la conservación de la diversidad genética de las variedades locales, sino también de conocimientos tradicionales asociados. Durante este proceso de interacciones, el productor forma parte del proceso evolutivo y genera seguridad alimentaria, sostenibilidad y resiliencia (FAO, 2018).

Unas 30.000 especies a nivel mundial son comestibles, de las cuales 7.000 especies han sido cultivadas a lo largo de la historia. Sin embargo, nuestra alimentación actual depende de pocos cultivos, sólo 30 especies de cultivos son importantes “alimentan al mundo”. Se conservan seis millones de accesiones de plantas en bancos de germoplasma en todo el mundo, pero son un número limitado de especies. Especies cultivadas a menor escala, las infrautilizadas, como también parientes silvestres de los centros de origen están subrepresentados (Hammer et al, 2003; Kahane et al, 2013; Rodríguez y Meza, 2016). Se estima que hay más de 50 mil subespecies, razas y variedades (Rodríguez y Meza, 2016). América es extraordinariamente diverso, tenemos importantes centros de domesticación a nivel mundial de los cuales han surgido importantes civilizaciones en tiempos prehistóricos y domesticación de varios cultivos (Rodríguez y Meza, 2016). La intensa erosión genética del siglo XX y los problemas de uniformidad de cultivos, nos concientizan en la importancia de la conservación de los recursos fitogenéticos (Uroz, 2016). Como también en la conservación de razas de ganado que se encuentran en riesgo de extinción a nivel mundial (FAO, 2019). El sistema de producción actual ha conducido a la subestimación de muchas razas locales. En Uruguay hay una baja producción con ganado criollo debido a su desconocimiento del valor y características productivas (Castro et al., 2005).

La pérdida de agrobiodiversidad y degradación de ecosistemas es alarmante. Pero por otro lado, el número de personas desnutridas ha aumentado casi 9 millones a nivel mundial, y los problemas de obesidad y enfermedades asociadas han aumentado también. Es necesario confrontar nuestro sistema de producción de alimentos, y la diversidad de alimentos en la dieta para nuestra salud (Kahane et al, 2013; Jarvis et al, 2015; Renna, 2015; Rodríguez y Meza, 2016).

Para poder conservar y promover la agrobiodiversidad a nivel de agroecosistema, especie, variedad o sistema de gestión, Long et al. (2003) proponen promover la conservación in situ, como también la conservación ex situ, la introducción de especies y variedades para abordar una mayor diversificación en los agroecosistemas, también los usos sostenibles y desarrollo de técnicas de manejo, y estudios científicos.

CONCLUSIONES

Debemos cambiar el paradigma de producción intensiva, desarrollar y promover agroecosistemas diversificados, que valoricen la agrobiodiversidad y sus comunidades locales, y que se tome conciencia de la importancia de la misma, del aporte a la resiliencia y al fortalecimiento de la seguridad alimentaria. Como también a un desarrollo sustentable y más amigable con el medio ambiente. Para esto se debe contar con el apoyo político y académico, que fortalezcan, promuevan y desarrollen planes que fomenten la agrobiodiversidad.

BIBLIOGRAFÍA

Castro, G., Lozano, A., Fernández, G., Ronca, F., & Rodríguez, D. (2005). Agrobiodiversidad y pobreza. Archivos de zootecnia, 54(206-207), 205-209.

FAO (2004). What is agrobiodiversity?. Building on Gender, Agrobiodiversity and Local Knowledge, 1-18.

FAO(2018). A training manual for farmer groups in East Africa. Rome: Food and Agriculture Organization of the United Nations.

FAO (2019). The State of the World’s Biodiversity for Food and Agriculture, J. Bélanger & D. Pilling (eds.). FAO Commission on Genetic Resources for Food and Agriculture Assessments. Rome. 572 pp

Gazzano, I., Altieri, M. A., Achkar, M., & Burgueño, J. (2015). Holistic Risk Index: A Case Study of Cattle Producers in the Protected Area of Farrapos Estuaries—Uruguay. Agroecology and Sustainable Food Systems, 39(2), 209-223.

Hammer, K., Arrowsmith, N., & Gladis, T. (2003). Agrobiodiversity with emphasis on plant genetic resources. Naturwissenschaften, 90(6), 241-250.

Iermanó, M. J. (2015). Sistemas mixtos familiares de agricultura y ganadería pastoril de la región pampeana: eficiencia en el uso de la energía y rol funcional de la agrobiodiversidad (Doctoral dissertation, Universidad Nacional de La Plata).

Jackson, L. E., Pascual, U., & Hodgkin, T. (2007). Utilizing and conserving agrobiodiversity in agricultural landscapes. Agriculture, ecosystems & environment, 121(3), 196-210.

Jarvis, D. I., Padoch, C., & Cooper, H. D. (2015). La biodiversidad, la agricultura y los servicios ambientales. Manejo de la Biodiversidad en los Ecosistemas Agrícolas.

Kahane, R., Hodgkin, T., Jaenicke, H., Hoogendoorn, C., Hermann, M., d’Arros Hughes, J., … & Looney, N. (2013). Agrobiodiversity for food security, health and income. Agronomy for sustainable development, 33(4), 671-693.

Long, C. L., Li, H., Ouyang, Z., Yang, X., Li, Q., & Trangmar, B. (2003). Strategies for agrobiodiversity conservation and promotion: a case from Yunnan, China. Biodiversity & Conservation, 12(6), 1145-1156.

Renna, M. (2015). ” From the farm to the plate”: agro-biodiversity valorization as a tool for promoting a sustainable diet. Progress in Nutrition, 17(1), 72-75.

Rodríguez, A. G., & Meza, L. M. (2016). Agrobiodiversidad, agricultura familiar y cambio climático.

Uroz, S. (2016). Soberanía alimentaria y supervivencia de la Madre Tierra: La importancia de la agrobiodiversidad. Ambientico, (259), 31-39.

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